Entre los jugadores de póquer hay una mano que se asocia con la mala suerte y el destino trágico. Se trata de la conocida como the dead man’s hand, “la mano del muerto”.

Pese a que hay referencias a ella en documentos de distintas épocas, está comúnmente aceptado que la mano del muerto es la que tenía Wild Bill Hickok, Bill el Salvaje, en el momento en que fue asesinado. En la clasificación tradicional, esta mano es una doble pareja, en concreto de ases y ochos negros (tréboles y picas). En la modalidad de póquer a la que jugaba Hickok, cada jugador tiene 5 cartas. La quinta carta de la mano del muerto es un misterio. Se ha especulado mucho sobre ella, aunque la versión más común es que fuera la reina de corazones.

Sepia Old West Folk Character Wild Bill Hickok

Bill el Salvaje es uno de los personajes más conocidos de las leyendas del Viejo Oeste. Su verdadero nombre era James Butler Hickok, y vivió entre 1837 y 1876. Nació en Illinois, hijo de los granjeros William Alonzo Hickok y Polly Butler, pero se marchó hacia el Oeste en busca de fortuna y huyendo de sus primeros problemas con la justicia. Su participación en varias reyertas y las historias -muchas veces falsas- que él mismo difundió sobre su vida, le dieron popularidad ya en su época.

Fue conductor de diligencias, soldado y espía, pistolero, sheriff y reconocido jugador, entre otras cosas. El 2 de agosto de 1876, Bill el Salvaje se encontraba jugando a póquer en un salón de la ciudad de Deadwood, situada en Dakota del Sur. En aquella época, era costumbre sentarse de frente a la entrada, dando la espalda a la pared. De este modo se conseguía un doble objetivo: evitar ataques por la espalda y que algún compinche de los adversarios pudiera espiarle a uno las cartas.

Ese 2 de agosto de 1876, Hickok no pudo cumplir lo que era una norma básica. El salón de Deadwood en el que se encontraba, el Nuttal & Mann’s Saloon No.10, tenía una doble entrada. Había dos puertas, una en cada lado, por lo que el pistolero estaba obligado a dar la espalda a una de ellas. Así, no pudo ver a Jack McCall, quien acabó con su vida de un tiro. Los motivos nunca quedaron demasiado claros.

Lo que sí se sabe es que Wild Bill Hickok cayó al suelo aferrado a sus cartas en la mano. La historia dice que fue uno de los presentes, un hombre llamado Neil Christy, quien tomó las cartas del muerto. Christy se las daría a su hijo, quien sería el encargado de contar al historiador Carl W. Breihan cuál era la composición de la mano. Según sus palabras, la mano del muerto era el as de diamantes -con una pequeña marca-, el de picas, los dos ochos negros y la carta de la reina de corazones manchada con un poco de sangre.

A principios del siglo XX, la mano del muerto aparece en distintos libros sobre folclore y supersticiones de Estados Unidos. A veces eran las Jotas negras y los sietes, otras veces Jotas y ochos o dieces, pero siempre negras. Es posible que fuera por esa tradición por lo que se terminase por cambiar la versión del hijo de Christy.

No hubo una conexión con la historia de Bill el Salvaje hasta la publicación, en 1926, de su biografía, escrita por Frank Wilstach. Pese a que la conexión se hizo 50 años después de su muerte, está popularmente asumido que la verdadera maldición de la mano del muerto empezó con Bill el Salvaje. Un personaje cuya leyenda es mucho más grande que la realidad, aunque ya en su época fue muy admirado.

Bill el Salvaje fue enterrado en el cementerio Ingelside de Deadwood, y a su funeral asistió prácticamente toda la ciudad. Tres años después, su amigo Charlie Utter (a quien se cree que Hickok le hizo saber que tenía la sensación de que iba a morir en Deadwood) pagó para que sus restos fueran trasladados a un nuevo cementerio, el Mount Moriah. Allí permanece junto a la famosa forajida Juanita Calamidad, Calamity Jane, quien insistió en ser enterrada al lado de Hickok.

La figura de Bill el Salvaje y la mano del muerto han tenido una gran influencia en la cultura popular. Deadwood sigue siendo una ciudad legendaria, representativa de los años e historias del Viejo Oeste. Hace un tiempo, la cadena HBO produjo una exitosa serie con ese nombre, y recientemente se estrenó la película que ponía fin a la serie 13 años después.

Las referencias a la mano del muerto y la mala suerte en cine, televisión, literatura o videojuegos son múltiples. Una de las más famosas es la que aparece en la canción “Ace of Spades” de la banda Motörhead, quienes ayudaron a perpetuar la leyenda.