Timothy Treadwell era un documentalista de la vida silvestre, su principal pasión; los osos pardo, uno de estos ejemplares le quitó la vida, junto con la de su esposa
Fallecido el 5 de octubre del 2003, Timothy Treadwell era un ex adicto a la heroína y alcohólico, quién pudo salir adelante, refugiándose en la documentación de la vida salvaje.
Su pasión eran los osos pardos, los amaba, el mismo decía que tenía una conexión con estos animales.
Cuando tocó fondo con sus adiciones en 1989, Treadwell tuvo una transformación radical, llevándolo a sobrevivir mientras acampaba junto a osos a lo largo de trece años.
El hombre era conocido por “el hombre oso”.
Se dice que Treadwel buscaba el reconocimiento, que la gente creyese que estos osos necesitaban de él y de su protección, para educar a la gente para su conservación.
Fue así que en búsqueda de encontrar un rumbo a su desastrosa vida, llegó a Alaska en 1989. El encargado de los tours de esa zona; John Rogers, quién era cercano a Treadwell, lo alentó a hacerlo.
“Timothy se estaba buscando a sí mismo y una razón para vivir, mientras que yo estaba contratado por el Servicio de Parques Nacionales para transportar a biólogos y científicos que inspeccionaban la costa del Parque Nacional de Katmai“, relató Rogers.
El mismo Rogers comentó que Timothy en ciertas ocasiones se mostraba posesivo con los animales, principalmente cuando el (Rogers), llevaba a turistas a la zona para que vieran a los osos, como parte de los tours que realizaba.
Rogers decía que Timothy; “Imitaba el comportamiento de los osos, aislándose de la gente y observándolos desde detrás de los arbustos”.
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Lo que lo llevó a su muerte
Con el pasar de los años, Timothy Treadwell fue adquiriendo cada vez más conocimientos acerca de estos animales, igual que su experiencia acampando.
Inclusive las medidas de seguridad necesarias, como el spray anti-osos, comenzaron a parecerle innecesarios, por lo que dejó de utilizarlos.
Durante ese periodo de tiempo, fue coautor del libro; “Entre osos: Vivir con osos salvajes en Alaska”.
Poco a poco, los lugareños se acostumbraron a Timothy y a su tienda de campaña, y en general lo ignoraban.
Fue así como, tras 13 años de haber compartido lazos con estos animales, los osos se cansaron de él.
El 5 de octubre del 2003, Timothy Treadwell se encaminó al Parque Nacional de Katmai, como le era costumbre cada inicio de verano.
Esta vez fue acompañado por su esposa; Amie Huguenard, de 36 años. Ambos se dirigieron a la zona donde usualmente solía acampar Timothy.
Pero al llegar, se percataron de algo que cambiaría y firmaría el destino de ambos; no había osos.
Para no irse “con las manos vacías” a casa, Timothy decidió adentrase aún más en los bosques. Hasta que finalmente tuvo éxito y los documentó por unos minutos.
Cuando se fueron a instalar a su tienda sucedió la desgracia, en la que se conservó la cinta de audio proveniente de la cámara de mano que solía utilizar Timothy.
Greg Wilkinson, quién era el oficial de información pública de la policía de Alaska, redactó en un informe que la cinta comenzaba con los angustiosos gritos de Treadwell, pidiendo auxilió a su pareja.
“¡Ven aquí; me están matando! “, se le oía gritar a Treadwell.
“¡Hazte el muerto!” le gritó Huguenard.
Finalmente, se puede oír la desesperación en los gritos de Treadwell al ser devorado vivo por lo animales que adoraba, en el audio se puede escuchar claramente el desmembramiento de los huesos del hombre. De igual manera, su pareja fue brutalmente asesinada por el oso.
El registro está presente actualmente en el documental; Grizzly Man, del director alemán Werner Herzog.
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